La verdad subyacente en toda obra [de comunicación]
- Victor
- 29 ago 2023
- 2 Min. de lectura
Identidad e Imagen
Cuando entramos a la obra desde la comunicación social, nos encontramos con una función compleja, una trama en la cual personas e imágenes se presentan constantemente en las tablas del viejo y cambiante mundo. Sin embargo, detrás de bambalinas, la gran obra es sustentada por algo llamado guion de identidades.
En ocasiones, el director de la obra, ya sea por distracción, ignorancia o incluso por razones "macabras", confunde los términos de identidad e imagen. A pesar de que son las caras de una misma moneda y comparten atributos comunes, no son idénticos. Veamos cómo se maneja el libreto de la obra para entender estas diferencias fundamentales.
El núcleo de la trama es interno.
La trama de cualquier obra alberga en su interior una amalgama de valores, creencias, carácter, miedos, verdades, mentiras, principios y singularidades. Estos elementos se complementan entre sí, otorgando a la obra su sentido; es decir, determinan quiénes son y cómo son los personajes centrales y secundarios. La identidad es el corazón que late en cada acción del ser, por el cual el ser se estremece, siente.
Toda persona u organización (física o jurídica) posee un ADN Identitario que los hace únicos e irrepetibles, pero que al mismo tiempo se transmite como herencia a los más cercanos.
El Reflejo externo es la Imagen.
Una vez que el guion se da por concluido, llega el momento de ponerlo en las tablas del escenario. Allí, en ese preciso instante, la identidad es proyectada a través del arte escénico y , cobra visibilidad mediante los actores con sus voces, movimientos, gestualidades y diálogos, que sumado a la indumentaria, los decorados, las luces y las melodías; crean una imagen que refleja - proyecta la identidad. La imagen es el escaparate que muestra lo que se encuentra en el interior.
Lo que confunde al guionista.
Al analizar en profundidad los atributos de la identidad y la imagen, enfocados desde la ciencia de la comunicación, encontramos similitudes muy pronunciadas. Ambos resaltan la "coherencia", "autenticidad" y "consistencia". No obstante, la identidad es intrínseca y única, mientras que la imagen es extrínseca y se forja mediante una sólida y cuidada gestión de comunicación, con el propósito de lograr que el reflejo sea lo más naturalmente semejante a su interior.
Para cerrar (por ahora):
La identidad representa el núcleo interno (con sus características intrínsecas) que define quiénes somos y cómo somos. En tanto, la imagen es el rostro visible (con sus características extrínsecas) que refleja ese núcleo. Ambos elementos se fusionan en la ciencia de la comunicación social, a través de una narrativa que proyecta la esencia interna de una manera en la que se desea ser percibido externamente. En este equilibrio radica la clave para una comunicación auténtica, efectiva y eficiente en el complejo entorno actual.
Lo adicional… y para recordar:
Al diseñar un plan de comunicación, hay una Verdad Subyacente:
"La identidad y la imagen mantienen un diálogo constante en la comunicación social. La clave reside en mantener la autenticidad y la coherencia en ambos niveles. La identidad debe ser la base sólida sobre la cual se construye la imagen, evitando contradicciones y percepciones negativas".
Comments