Consistencia: símbolo, voz y acción [Las alas propias del emprendimiento]
- Victor
- hace 6 días
- 4 Min. de lectura
En un encuentro de capacitación realizado por una empresa a su red de proveedores de productos y servicios, comencé diciendo:
“Consistencia entre símbolo, voz y acción es igual al reconocimiento sin depender de una sola persona. Así es como debe entenderse la comunicación emprendedora para que tu producto o servicio tenga alas propias”.

Reconocer que un emprendimiento no puede ni debe depender exclusivamente de una persona (líder, fundador, CEO...) es un principio tomado de la comunicación corporativa, que aplica también a la comunicación emprendedora al ser parte de su propia dimensión, cuyo objetivo final es alcanzar el clímax de confianza, credibilidad y diferenciación en el mercado.
La tríada: símbolo, voz y acción
Símbolo: representa la identidad visual (logotipo, colores, diseño…) y otros elementos tangibles que identifican a la marca. Es el "rostro" del emprendimiento.
Voz: refiere al tono, estilo y mensaje que la marca utiliza en sus comunicaciones: canales tradicionales, redes sociales, publicidad o interacciones directas. Es la "personalidad" de la marca.
Acción: comprende los comportamientos, decisiones y prácticas del negocio (valores éticos, principios, calidad del producto, servicio al cliente…). La acción es la "conducta" de la marca.
Consistencia: la clave de las alas propias
Esta consistencia implica firmeza, estabilidad, seguridad, equidad, complementariedad y fuerza entre estos tres elementos, lo que permite que el producto o servicio “tenga alas propias”; es decir, que evoca autonomía, crecimiento y sostenibilidad. Situación ésta de especial relevancia para los emprendedores que buscan diferenciar su marca en mercados competitivos sin depender únicamente de su carisma personal.
El rol activo del emprendedor
El emprendedor, como agente de cambio, tiene un rol dinámico en la construcción y proyección de su marca, asumiendo la responsabilidad de alinear estos elementos comunicacionales para lograr un impacto duradero.
Desde la perspectiva de la comunicación corporativa, este enfoque resulta muy acertado porque:
Empodera al emprendedor: al destacar que la consistencia depende de sus decisiones, lo motiva a tomar control de la narrativa de su marca desde una perspectiva de conocimiento para hacer; no desde una posición de poder que lo coloque por encima del emprendimiento.
Despersonaliza la marca: al enfatizar que el reconocimiento no debe depender de una sola persona, promueve una visión estratégica donde la marca trasciende al individuo. Un desafío frecuente en startups donde el fundador es la cara visible.
Es práctico y aspiracional: la metáfora de “alas propias” conecta emocionalmente con quienes entienden que sus proyectos deben crecer y sostenerse por sí mismos.
Comunicación estratégica accesible
La tríada "símbolo, voz, acción" ofrece un modelo simple, poderoso y aplicable. Genera un lenguaje motivacional que alimenta la ambición y el deseo de crecimiento, valores clave para el público emprendedor.
Al mismo tiempo, propone un enfoque estratégico accesible, al destacar la consistencia como motor de reconocimiento y branding de marca, sin necesidad de grandes elucubraciones conceptuales ni técnicas.
Desde la comunicación corporativa, la coherencia entre identidad visual, verbal y los valores de la marca construye una percepción sólida en la mente del consumidor. Además, refleja el concepto de autenticidad: hoy, las marcas deben ser coherentes entre lo que dicen y lo que hacen para generar confianza.
Muchos emprendedores tienden a ‘sobredepender’ de su presencia personal para impulsar su negocio, limitando su escalabilidad. Al proponer que la consistencia en símbolo, voz y acción libera a la marca de esa dependencia, se proporciona una solución práctica, sostenible y estratégicamente robusta.
Síntesis
En definitiva, la tríada sintetiza una idea poderosa para la comunicación emprendedora:la consistencia como pilar para construir una marca sólida, autónoma y sostenible.
Por Victor Olivares
Bonus track
Algo para hacer (si es que te pareció interesante):
¿Qué tal si evaluás si tu símbolo, voz y acción están alineados? Te propongo comenzar a construir una marca que vuele por sí misma, respondiendo honestamente este cuestionario:
¿Cómo es la paleta de colores (símbolo) de tu emprendimiento? ¿Está alineada con tu presencia auténtica en redes sociales (voz) y con un servicio al cliente excepcional (acción)?
¿Te reconocés como el "arquitecto" de la narrativa de marca de tu emprendimiento y de tu propia personalidad profesional?
¿Alguna vez pensaste en auditar la identidad de marca? Es decir, revisar si el logotipo, los colores y el diseño (símbolo) reflejan los valores actuales del negocio.
¿Definiste, al menos en forma de esbozo, la voz del emprendimiento? Por ejemplo: ¿es una voz formal, amigable, inspiradora?
¿Te detuviste unos minutos a alinear acciones y valores? Es decir, asegurar que las prácticas del negocio (atención al cliente, calidad del producto, responsabilidad social) estén en coherencia con el mensaje que proyectás.
Aunque parezca complejo: ¿pensaste en monitorear la percepción de tu marca, a través de retroalimentación de clientes y métricas de redes sociales, para verificar si es percibida como consistente?
Si lo deseas, podés enviarme tus anotaciones y creamos un diálogo donde todos ganemos. Porque tanto vos como yo somos empedernidos emprendedores aventureros con ansias de crecer.
Enlace Artículo completo y descargar en:
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