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Cuando las estrellas eclipsan las ideas

  • Foto del escritor: Victor
    Victor
  • 15 jul 2023
  • 6 Min. de lectura

Cada noche, entre risas y burlas, la Gran Voluntad se regocija al presenciar la grotesca comedia protagonizada por el político en escena. En la penumbra de la madrugada, los sentimientos encubiertos se mezclan con la tenue luz y se ejecuta el acto de la falsa redención simbólica, miserable y cobarde al darse cuenta de que su voluntad está narcotizada para, resurge una y otra vez, ansiosamente la llegada del payaso o bufón de turno para inyectarse nuevamente de risa que lo llevará al siguiente acto de autodestrucción matutina."


La política estrellada…

En el ámbito municipal, la ciudadanía está presenciando eventos tóxicos en la comunicación de lo público. El político, con o sin trayectoria, adopta el papel del influyente vernáculo en la esfera pública. Desde la irrupción de los 'mass media' [1], la comunicación política ha tenido que adaptarse a las nuevas formas de expresión. Sin embargo, con el despertar de las nuevas TIC's, se acelera un nuevo proceso de interacción: ‘las redes sociales’ [2].



Sin embargo, hay un cambio marcado en la forma de abordar los problemas políticos debido a la influencia de las redes sociales. Este desplazamiento creciente se inclina hacia una lógica farandulera en la esfera pública, con el objetivo de captar la atención del ciudadano.


Imagen política... una construcción

Tanto los medios tradicionales como las redes sociales ejercen una influencia importante en la construcción de la imagen política del hoy influyente político vernáculo.


Los expertos en comunicación política conocen muy bien este poder y comprenden la lógica del entretenimiento y la farándula, por su influencia en la configuración de la imagen pública del nuevo político vernáculo. Esta construcción de la imagen política se basa en la lógica farandulera, centrándose en los aspectos superficiales, carismáticos y sensacionalistas del político, descuidando así las propuestas y habilidades políticas necesarias para la gestión y mejora de lo público.


Lo que se convierte en espectáculo… se queda en espectáculo.

Si el sistema político tiende a enfocarse en el espectáculo y el sensacionalismo, lo esencial se vuelve tabú. El político, o más bien dicho, el sistema político, en su búsqueda por obtener el favor ciudadano, prioriza los hechos escandalosos, los conflictos personales y los actos ridículos por encima de los asuntos públicos. El equipo de comunicación, hoy en día multidisciplinario, utiliza las redes sociales con mayor precisión que los mass media para instalar y desinstalar, comprimir y descomprimir, minimizar o maximizar los asuntos políticos relacionados con el político, desviando la atención o redireccionado los asuntos periféricos para transformarlos centrales. Lo relevante se empequeñece y se crea un ambiente de ‘superhéroes antihéroes’ [3]. Los mass media, en su afán de audiencias y rating, se suman a este juego y aumentan el sensacionalismo. En otras palabras, cuando nos sumergimos en la superficialidad de los asuntos, se ve afectada la percepción y participación ciudadana en la política, tal como Sartori advirtió en su obra "Homo Videns".


Si en dicha obra se expone que el surgimiento de la televisión y otros medios audiovisuales ha llevado a una disminución de la participación ciudadana y la deliberación política, priorizando las imágenes sobre el análisis racional y la discusión informada en lugar de las propuestas y las ideas fundamentales en la administración de lo público, surge la pregunta de si la participación y deliberación ciudadana se ven aún más reducidas por el impacto de las redes sociales, al convertir todos los acontecimientos políticos en un espectáculo farandulero.


Todo sucede… porque existe una narrativa que busca el entretenimiento con una buena historia.

El sistema político está familiarizado con el arte de contar historias. Este arte se conoce como Narrativa Transmedia (NT), que es como un inmenso círculo, una espiral. Como dijo el actor, director de cine, guionista y productor inglés Gary Leonard Oldman: "No hay una línea recta que apunte a la salida más cercana. No puedes condensar la vida de un hombre en dos horas. Solo puedes crear una impresión de ella".


Crear esa impresión significa, en última instancia, construir la imagen pública del político mediante la combinación de herramientas tradicionales y contemporáneas de comunicación. Quienes entienden esta dinámica son los expertos en Narrativa Transmedia (NT). Según Henry Jenkins en su libro "Convergence Culture", las Narraciones Transmedia (NT) son "historias contadas a través de múltiples medios. En la actualidad, las historias más significativas tienden a fluir a través de múltiples plataformas mediáticas. Las NT no son simplemente una adaptación de un lenguaje a otro: la historia que se cuenta en un cómic no es la misma que aparece en la pantalla de cine o en la pequeña superficie de un dispositivo móvil". Por lo tanto, los expertos tienen los equipos y la capacidad para presentar la política de manera dramática y cautivadora, reduciendo los complejos problemas de lo público a una forma simplificada, entretenida (incluso bufonesca cuando el momento lo amerita) y emocionante (despertando sentimientos amor y odio), con el objetivo de diluir la importancia de lo público con sus virtudes y defectos, para terminar con el acierto de Tyrion Lannister, personaje de ficción de la serie Game of Thrones (2019), al decir: "¿Qué une a la gente? ¿Ejércitos? ¿Oro? ¿Banderas? No, historias. No hay nada más poderoso en el mundo que una buena historia".


Ensayando un cierre...

Hoy en día, se complementan los medios de comunicación tradicionales (mass media) y redes sociales para crear una narrativa que construye la imagen política a través de interacciones reales, pero con un enfoque en el entretenimiento. Este enfoque pretende asegurar que el ciudadano esté "informado" y, por ende, se sienta parte de la participación política, pero la narrativa transmedia es tan fuerte que genera una sobredosis de información parcial y bufonesca, donde el político se convierte en una fuente interminable de eventos extraños e irregulares despreciando el verdadero sentido de lo político.


En esta vitrina mediática, el político adquiere un carácter ridículo, al haber entregado su autonomía de pensamiento y permitir que se le construya un disfraz de arlequín contemporáneo. Se expone -voluntariamente- el mensaje desde la chocarrería, lo mundano y lo grotesco. La Gran Voluntad se convierte en mera espectadora de un acto teatral, circense y carnavalesco, donde la única opción es reírse del influyente político vernáculo , sin darse cuenta que se burla así misma.


Así, se forma un nuevo paradigma de poder que proporciona a la "Gran Voluntad" el arte de la manipulación en pequeñas dosis narcóticas, utilizando la estrategia hipodérmica (aquella aguja que vuelve con mayor filo para penetrar). Se muestra al político en eventos ridículos para generar la tendencia de que los debates sean reemplazados por el circo de las redes sociales. Poco a poco, se instala en el imaginario social la entidad ‘ideas y bufones’ como ritual político.


En conclusión, la política se encuentra atrapada en una esfera donde las estrellas multicolores de la farándula eclipsan las ideas. La comunicación política ha sido transformada por los gurúes que entienden la simbiosis entre medios de comunicación de masas y las redes sociales, y han impulsado una dinámica farandulera que desvía la atención de los asuntos públicos sustantivos, con una consecuencia: la construcción de una imagen política se basa en narrativas transmedias que simplifican la realidad y la reducen a un mero espectáculo superficial y disociado.


Es fundamental que el ciudadano entienda esta tendencia que sólo conduce a una disminución de la participación y la deliberación ciudadana, y que las redes sociales no es el escenario principal de lo político. Es necesario, encontrar un equilibrio entre el entretenimiento y la sustancia, donde las ideas y propuestas políticas ocupen el centro del debate y la ciudadanía pueda tomar decisiones informadas en beneficio de lo público. Solo así se podrá superar la opacidad impuesta por las estrellas multicolores y recuperar un espacio político basado en lo auténtico, transparente y de verdadero interés público.


Autor: Victor Hugo Olivares. Profesor. Comunicador Social. Egresado de la Facultad de Periodismo y Comunicación Social de la Universidad Nacional de La Plata -UNLP (Argentina). Desempeñó diversas actividades y cargos relacionados con la comunicación corporativa para empresas privadas, entes gubernamentales y ONG's. Actualmente, reside en Santa Cruz de la Sierra (Bolivia) realizando asesoramiento en comunicación interpersonal y corporativa, como así también el dictado de talleres personales de comunicación política y oratoria.

Notas:

[1] Los 'mass media' (medios de comunicación de masas) se refieren a las actividades de comunicación y difusión que transmiten información y entretenimiento a una audiencia amplia y diversa, con un énfasis en la comunicación unidireccional. Estos medios incluyen la televisión, la radio, los periódicos, las revistas y el cine. Son fundamentales para informar, educar y entretener a la población y desempeñan un papel importante en la opinión pública. Sin embargo, su interacción con el público es lenta y limitada.

[2] Las redes sociales son plataformas en línea que permiten a las personas conectarse, comunicarse y compartir información en un entorno virtual. Estas plataformas facilitan la creación de perfiles de usuario, la interacción social en tiempo real, la publicación de contenido multimedia y la participación en comunidades en línea. Las redes sociales han transformado la forma en que nos comunicamos, permitiendo a los usuarios compartir ideas, opiniones, intereses y experiencias con otros usuarios en todo el mundo. Algunos ejemplos populares de redes sociales incluyen Facebook, Twitter, Instagram, LinkedIn y TikTok.

[3] Un tema pendiente a desarrollar en base a la siguiente idea: La construcción del político Superhéroe Antihéroe.

 
 
 

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Victor Olivares Creado con Wix.com

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