Del cuento a las lecciones (Parte 2)
- Victor
- 20 jun 2020
- 2 Min. de lectura
Actualizado: 17 abr 2021
Un cura va conduciendo su auto. Ve una monja parada a un lado de la carretera esperando el autobús. Se detiene y le ofrece llevarla hasta el pueblo más próximo. La monja acepta. Al sentarse en el asiento del acompañante, el hábito se abre un poco y deja ver una hermosa pierna. Cuando el cura lo advierte, no resiste la tentación y pone su mano allí. La monja mira al cura y le dice:
-Padre, recuerde el Salmo 129.
El cura retira rápidamente su mano y pide disculpas, pero sus ojos se resisten a dejar de mirar la pierna, por lo que, poco después, su mano salta de la palanca de cambio esta vez a la rodilla de la monja:
-Padre, recuerde el Salmo 129 -reitera la monja.
El cura, contrariado, retira la mano y trata de disculparse:
-La carne es débil, hermana...
Llegan a su destino y ella mira al cura significativamente y le agradece el favor de haberla acercado a su destino. El cura prosigue su viaje.
Cuando llega a su destino, entre avergonzado y curioso, corre a ver lo que dice el Salmo 129. Lee: "Sigue adelante e inténtalo. Alcanzarás la gloria".
SEGUNDA LECCIÓN:
Estar informado a fondo sobre los temas relacionados con nuestro trabajo es clave para no perder jugosas oportunidades.
Sobre la importancia de saber todo lo que se espera según nuestra posición y responsabilidad
(Aclaración necesaria: Este relato me lo enviaron en el año 2015 por correo electrónico. Esas cadenas de bromas e información que -tal vez- nunca se sabrá cómo y dónde se gestó la historia, pero que bien describen conceptos que la gran literatura empresaria gestiona a través de millones de palabras)
¡Hasta la próxima entrada!
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