EL EXORDIO EN LA ORATORIA (que dará que hablar)
- Victor
- 23 sept 2021
- 3 Min. de lectura
El secreto de todo arte de expresarse consiste en decir la misma cosa tres veces:
Se dice lo que se va a decir,
Se dice,
Se dice lo que se ha dicho.
(Jean Guitton)

¿Se puede hablar en público sin un plan o guion sobre lo que se va a decir? Sí, poder se puede, pero no se debe. Aquel que lo hace sin prepararse, solo expresa frases hechas que generan un cúmulo de palabrerías que no dicen nada que el auditorio lo percibe como ‘charlatanería’. Por ello, es necesario tener siempre presente el siguiente esquema básico:
§ Introducción.
§ Cuerpo.
§ Conclusión.
¿Qué es la introducción?
El exordio debe ser muy cuidado, ingenioso, pleno de contenido, de expresiones ajustadas y, sobre todo, bien adaptado a la causa que defendemos; el exordio es el que da una idea del resto del discurso y el que le sirve de recomendación; es, pues, preciso que cautive a los oyentes
(Cicerón)
En la introducción se debe dejar en claro el tema central de la oratoria, cómo se va a desarrollar y cuáles son los interrogantes a los cuales se dará respuesta en el cuerpo del discurso.
La introducción brinda al auditorio un panorama de lo que vendrá a continuación, y por ello, es trascendental; pues, es quién cautivará al oyente creando una suerte de expectativa.
En síntesis, con el exordio se busca…
· Captar el interés del auditorio (debe estimular la atención).
· Ubicar intelectualmente al auditorio en el tema central de la conferencia (debe saber de qué se trata y cuáles son los tópicos que se desarrollaran).
· Crear el clima de intriga y confianza (aquí se debe despertar en el auditorio la parte emocional – psicológica de la curiosidad y a su vez la confianza)
Estas son alguna de las opciones para comenzar en la introducción y cautivar al público. Estos “modos” son sugerencias basadas en experiencia y conocimiento, que pueden ser de utilidad, siempre que estén relacionadas con el tema central y las necesidades de los oyentes.
Algunas son:
…una frase o cita famosa.
…un relato o anécdota.
…un ejemplo muy cercano.
…una moraleja.
…alguna imagen o audiovisual que interpele al público (no más de 1 minuto).
…una situación o acontecimientos que movilice intereses del auditorio.
Ahora bien, considero que estas recomendaciones serán de gran utilidad al momento de la presentarse ante sus oyentes:
· Ser auténtico, es ser sincero. Aquí se debe desarrollar la actitud sincera de la cordialidad. La sonrisa es una herramienta infalible mientras sea auténtica. El auditorio reacciona con confianza a la amabilidad, pues la postura arrogante y despectivas crean una muralla entre el conferencista y sus oyentes.
· Ser claro en el objetivo de la conferencia. Se debe ser precisos en el tema con una enunciación explícita. Ello crea un clima de situación y el auditorio sabrá a qué atenerse en cuantos a el desarrollo.
· Adecuarse al auditorio. Aquí el conferencista debe conocer a sus oyentes a fin de preparar de acuerdo a las necesidades de ellos.
· Las excusas no son excusas. Evite exponer excusas. Por ejemplo, que no ha tenido tiempo para preparar el tema porque lo convocaron a último momento. Recuerde que sí no preparó el tema, el público se dará cuenta de inmediato y sí ello no sucede, porque se tiene una basta experiencia en el tema y condujo la exposición medianamente bien, al exponer la excusa antes de comenzar, ya predispuso al auditorio a mirarlo con ojo crítico destructivo.
· Comenzar con palabras seguras, expresivas y en tono pausado.
· No genere un alto nivel emocional de expectativa. Si el auditorio se crea un alto nivel de expectativa y no se llegar a cubrir en el desarrollo, tendrá la creencia que fue ‘endulzado’ con falsas expectativa y automáticamente se crea un anti-clímax.
· No utilizar “palabrerío” altisonante. Sea breve, claro y sencillo.
· Vincular el tema central con algún interés vital para el auditorio.
· Crear un clima de intriga (pero, recuerda que no debes prometer más de lo que puedes dar).
· Acudir a las propias experiencias siempre son un recurso para introducir el tema central.
· Excluya todo tema que no aporte al tema central.
· Administre el tiempo de la introducción en concordancia con el tiempo de exposición total que tiene. Recuerde: es una introducción.
· No olvide la parte protocolar: saludos, alusión a los organizadores, etc.
LA YAPA… El exordio (introducción) se comienza a elaborar una vez guionado el cuerpo y la conclusión de la oratoria. Porque en uno se profundiza el tema central y en el otro se desprende la conclusión final. Entonces, teniendo el cuerpo y la conclusión desarrollados, es el momento de realizar la introducción… ¡el principio se elabora al final… ¡Qué paradoja!
Victor H. Olivares, Profesor en Comunicación Social
SC; 18/09/2021
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