Entrenarse… ¡es un bien necesario!

En los procesos de entrenamiento para la oratoria, suelo comenzar con la siguiente frase disparadora: "La comunicación es una ventana de oportunidades", ya que cierra significados particularmente relevantes…

1-La Calidad de la Comunicación:

   - Aquí estamos frente a un elemento llamado calidad comunicacional, entendida como la habilidad para poner en común ideas, opiniones, sentimientos y reflexiones de manera clara y persuasiva. La calidad es una herramienta valiosa para abrir oportunidades.

2.Apertura y Conexión:

   - Al utilizar la metáfora de la "ventana", estamos en presencia de que no es solo transmitir datos, sino poner en común "información" para crear una conexión de significados (Nota 1) con la audiencia. Un orador eficiente puede abrir tantas ventanas como nuevas ideas, perspectivas y posibilidades para aquellos a quienes va dirigido el mensaje.

3.Perspectiva Positiva en la Comunicación:

   - Cuando se ejerce la oratoria, es vital destacar la importancia de mantener una actitud positiva y constructiva durante los diferentes procesos de la comunicación.

4.Oportunidades a través de la Comunicación Efectiva:

   - La frase en cuestión resalta "oportunidades" como objetivo, y ello inserta al orador en la técnica de generar resultados positivos para quien lo escucha; entonces, trabajar la habilidad comunicativa es generar ámbitos de beneficios mutuos. De esta manera, quien ejerce el rol de disertante debe ser competente, habida cuenta de que su intervención debe despertar oportunidades, inspirar cambios y lograr metas a través de su capacidad para comunicarse de manera persuasiva.

A modo de cierre, pero que sin ello implique cerrar el tema, puedo reflexionar exponiendo que:

“la maestría en el arte de la oratoria es una práctica que todos deberíamos cultivar, ya que, como seres humanos, navegamos por la vida comunicándonos. Sin embargo, en muchas ocasiones, debido a la carencia de entrenamiento [o por desconocimiento de los elementos básicos de la comunicación], nos encontramos en la situación en la que los demás nos oyen, pero no nos escuchan; a pesar de exponer un mensaje con nuevas perspectivas y oportunidades. Si logramos cultivar el arte de la oratoria, podremos impactar de manera positiva en los demás, ya que desarrollaremos estrategias para ser escuchados, comprendidos y con posibilidades reales de influir de manera constructiva en quienes nos rodean”.

Nota 1:

Un breve desarrollo sobre el significado. Un signo consta de dos componentes interrelacionados:

   - a.Significante: Es la parte física o perceptible del signo. Puede ser una palabra, una imagen, un sonido, o cualquier cosa que pueda ser percibida a través de los sentidos.

   - b.Significado: Es la idea o concepto asociado con el significante. Es la interpretación mental o conceptual que la persona hace al encontrarse con el signo.

Así con estos dos componentes, tendremos que la palabra "perro", las letras y sonidos que componen la palabra son el significante, mientras que la imagen mental o concepto de un perro es el significado.

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