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Hábitos que ayudan (…en la acción de comunicación) [parte 2]

  • Foto del escritor: Victor
    Victor
  • 9 abr 2022
  • 6 Min. de lectura


Decíamos hace un tiempo atrás, “Un buen proyecto o una gran idea no puede darse el lujo de perderse porque no se logró darle cuerpo con la palabra. Tener conocimiento del tema, saber de teorías y herramientas comunicativas no son garantías de seducción discursiva ante una audiencia. Una buena disertación necesita de un buen parlante, que además tenga el “hábito comunicativo en positivo” que permita potenciar el acto discursivo para desarrollar la idea o proyecto y -así- causar adhesión y empatía en la audiencia.”


Las habilidades sociales son consideradas importantes para el relacionamiento de la persona en el contexto inmediato y mediato tanto a nivel personal, familiar, social y laboral. Aunque aún existen diferencias entre los académicos en cuanto a una definición consensuada, sin embargo, hay una particularidad compartida entre todos sobre los hábitos, a saber:


· El hábito tiene base en el aprendizaje, la observación, la imitación, la prueba-error y la información (análisis de datos).


· Son conductas “interpersonales” que moldean a los círculos sociales manifestadas por expresiones verbales y no verbales (los componentes máximos de la acción de comunicación) que crean ambientes favorables o desfavorables tanto para la persona como para el círculo inmediato de influencia.

· Son propuestas que tienen sus bases en lo efectivo y lo marcado por un contexto cultural determinado.


· Son fortalecedores de los lazos sociales existentes y generadores de nuevos lazos sociales, lo que da una reciprocidad de carácter social.


Sí se dijo que una buena disertación necesita de un buen parlante, que además tenga el hábito comunicativo en positivo que permita potenciar el desarrollo de la idea o proyecto y -así- causar adhesión y empatía en la audiencia, entonces comencemos por desarrollar los elementos conductuales de la comunicación que está compuesto por lo siguiente:


· ·Paralingüísticos.


· ·No verbales.


· ·Verbales.


Desarrollemos cada uno...


Los elementos verbales es lo que empleamos permanentemente en nuestro diario vivir mediante “el habla”. Empleamos la acción de hablar para expresar ideas, describir situaciones o una variada gama de sentimientos. Además, lo empleamos para razonar y argumentar posiciones ante hechos o acontecimientos que nos afectan directa o indirectamente.


Este elemento tiene algunas aristas que convienen desgranar, como la habilidad del habla la cual consiste en saber (conocer) de lo que hablamos. Allí, entran los hechos en los que nos hemos involucrado y la autorrevelación entendida como “hablar, contar, mostrar lo que somos”. Otra arista es laconversación, comprendida como esa amalgama de (a) resoluciones de los problemas y la forma de comunicarlo; (b) la manera de cómo mantenemos las relaciones sociales y el grado de gozo de la interacción comunicativa y (c) el modo de conversación (íntima, familiar, profesional, abstracta, técnicas…).


El otro elemento son las señales no-verbales que que no se requieren la acción de hablar, pero comunican afirmando o contradiciendo lo verbal


Entre las varias señales no-verbales, nos detendremos en:


La expresión facial. Allí está involucrada la cara como primera pantalla donde se muestran “las emociones” de satisfacción, alegría, asombro, tristeza, miedo, enfado, indiferencia, aceptación o desprecio. Es decir, el grado de retroalimentación para la comunicación ascendente o descendente (mayor o menor interés).


En la expresión facial se debe tener presente que no es universal sino que depende de épocas y culturas; sin embargo, es una acción que puede ser controlada ante situaciones sociales específicas. Las expresiones pueden ser estudiadas, comprendidas y aprendidas. Simplemente recordemos una enseñanza de niños (sacando los pormenores) que nuestros padres nos impartieron. Pongamos en contexto:


La familia ya se encuentra lista para cumplir con la invitación a cenar en la casa de la tía Pocha y antes de salir mamá con vos y postura firme les dice a sus hijos: “hoy, vamos a cenar en la casa de la tía Pocha, y no se les ocurran hacer caras raras cuando te sirvan la cena si no les gusta”.


Situación pintoresca, simple, clara y sencilla: aprendimos a sortearla expresión facial de desagrado ante una situación adversa. Aprendimos a controlar una situación y mantenerla por un breve tiempo hasta tanto se encuentra otra manera de eludir la situación.


En la expresión facial está la sonrisa, la mirada y los gestos que son muy importante en la interacción social. La sonrisa puede tener varios motivos de expresión. Está la sonrisa de satisfacción (aquellas como se presenta como placer y aceptación), pero también existe la sonrisa defensiva que surge cuando se está dispuestos a poner un manto de cordura ante una agresión y construir un vínculo precarios de interacción, pero vital para la resolución del conflicto; o la sonrisa socarrona.


En cuanto a la mirada la podemos comprender como aquella acción de mirar a los ojos (o el cuadrante formado entre la frente y la nariz del interlocutor). Hay que tener claro que la mirada juega un papel fundamental en toda expresión facial, pues es ella quién desde lo no verbal abre o cierra la interlocución a pesar de utilizar otras “vías de comunicación”, tal vez, por aquello a que los ojos son la ventana del alma y la puerta de los sentimientos.


Ahora, toca analizar los gestos, y hay que entenderlos que estos son ‘básicamente´ una expresión de índole cultural, por cuanto tiene un significado propio de una determinada cultura y época. Estos ilustran lo que con palabras es complicado de explicar. Asimismo, los gestos en la acción de comunicación también reflejan el estado emocional, ansiedad y/o conducta del interlocutor.


Algo a destacar de los gestos: no se pueden evaluar fuera del contexto cultural y época, pues, de aislarlo seguramente encontraremos falsas interpretaciones y confusiones. Sin embargo, un análisis gestual integral nos puede dar la otra cara de la verdad de quién nos habla.


Otro elemento no verbal es la proximidad corporal que acompaña a lo verbal. Esto básicamente es la distancia que se tiene entre los interlocutores, y depende de los contextos particulares y lazos en el cual se desarrolla la acción comunicativa: la edad, sexo y tipo de relación entre ellos (padre/hijo; parejas, laborales, familiares, etc.), educación...


Esa proximidad corporal se da más a menudo cuando se brinda un consejo, se solicita un favor, se quiere persuadir o convencer sobre una acción o argumento; se comunica un sentimiento o excitación o se tiene una conversación profunda e íntima.


Dentro de los elementos no verbales está la apariencia personal que comunica. Ella está relacionada con el aspecto exterior del interlocutor. Existen características de la apariencia que sí se pueden transformar y otros no. Dentro de ésta última están los rasgos faciales y estructura corporal, en cambio las que sí se pueden modificar para causar en el otro una percepción favorable y cautivar al interlocutor, son el estilo de la vestimenta de acuerdo a la ambiente donde se ira a desarrollar la acción de comunicación, el aseo corporal, la prolijidad del cabello, las manos, es decir todo aquello que podemos mejorar de acuerdo a las pautas culturales en donde se produce la acción de comunicación.


Por último y para cerrar lo no verbal, analizaremos los movimientos corporales, los cuales dan datos al interlocutor que lo transforma en información que utilizará en la acción de comunicación.


Entre estos movimientos tenemos el movimiento de cabeza que brinda datos de acuerdo o desacuerdo (negación). Otro movimiento son el de las piernas, que puede manifestar de acuerdo al ritmo en que los mueve ansiedad, aburrimiento o desinterés, o la manera de moverse cuando está sentado en un auditorio, son señales que se deben tener presente en la acción de comunicación.

Ahora y para finalizar, abordaremos los elementos paralingüísticos. Estos los podemos definir como aquellas señales que afectan (énfasis o desmarca) la acción comunicativa. Dentro de ellos tenemos los tonos, timbre, dicción, claridad y color de la voz, como también la velocidad del habla, las pausas y vacilaciones. También, están las muletillas, las redundancias y la utilización del “eeeh” para darse el tiempo y pensar lo que vendrá en la intervención.


En síntesis, las habilidades sociales comprendidas como el conjunto de conductas expresadas por la persona para mostrar sus sentimientos, opiniones, argumentos, deseos… de forma adecuada, justa y oportuna; juegan un rol importante en la acción de comunicación, pues generalmente contribuyen a resolver los problemas inmediatos o minimiza las probabilidades de problemas futuros.


La síntesis de la síntesis es:


Aplicar las habilidades sociales correctamente mejorará la acción de comunicación interpersonal y por tanto se tendrá mayores chances de lograr los objetivos comunicacionales.



Antes que finalices la lectura quiero expresarte mi gratitud por haber leído este post, y si te ha resultado útil e interesante, puedes compartirlo entre tus amigos en tus #RedesSociales. También si deseas añadir comentarios o #Aportes estaré encantado de leerlo, y más aún si comenzamos a #Comunicarnos para realzar este mundo apasionante y maravilloso de la #ComunicacionSocial.


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Victor Olivares Creado con Wix.com

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