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La verdadera gloria está en convencer

  • Foto del escritor: Victor
    Victor
  • 23 may 2020
  • 3 Min. de lectura

Cuando interactúan dos personas se generan relaciones, y dentro de ella, hay una relación que juega un papel importante. Estamos hablando de la comunicación interpersonal, pues con ella expresamos sentimientos, inquietudes, deseos, conocimiento e información para convencer al otro de algo o por algo

, porque «Nada tan estúpido como vencer; la verdadera gloria está en convencer» (Victor Hugo; Poeta, dramaturgo y novelista romántico francés. Considerado uno de los más importantes en su lengua por obras inmortales como Los miserables).

Para que la comunicación genere estados proactivos en las personas… te sugiero 10 técnicas que tienes que intentar…

Utiliza lo “común” para establecer lazos: Esto se aplica -en la mayoría de las veces- cuando dialogamos por primera vez con esa persona, es oportuno recurrir a temas comunes para distender el primer acercamiento y lograr cierto grado de confianza.

Emociones suavizadoras: Normalmente “contar historias basado en la experiencia personal”, provoca en el otro emociones de aceptación, diluyendo zonas conflictivas cuando, justamente, se están exponiendo ideas encontradas.


Comodidad mutua: Gestiona la comodidad de ambos interlocutores para un dialogo abierto, franco, sincero, natural y espontáneo. Cuando tu manejas la comodidad y crea un ambiente acogedor, predispones al otro a tomar un estadio acogedor y te es más cómodo desarrollar tus ideas.


Sentimiento de ser enjuiciado / enjuiciador: Es frecuente el error de pensar que el interlocutor se está formando un “idea” equivocada de ti (enjuiciado). También sucede lo contrario, formarse una opinión del otro sin antes conocerlo (enjuiciador). Recordar, que en ambos casos, se está conociendo al otro y no se cuenta con la información suficiente para formarse una “opinión”. Deja que esas opiniones se formen con el tiempo. No derroches energía en la acción del juicio prematuro.


Tolerancia: Muchas veces por no contar con suficiente información del otro y dejarse llevar por rasgos que creemos tiene o creer que nuestras “ideas” son las únicas, se cae en posturas cerradas e intolerantes. Deja que el otro te brinde sus puntos de vistas y desarrolla los tuyos con paciencia.


Interés: Siempre, siempre, siempre muestra interés. Ten presente que puedes ser tú el equivocado. La receptividad a las nuevas posturas nos da libertad de acción para decir: puedo escucharte y hasta entender tus razones, y por ello coincido o no coincido con tus ideas por estas razones.


El mundo no comienza ni termina en ti: Es frecuente caer en el egocentrismo de creer que tus opiniones e intereses son más importantes que la de los demás. Cada cual expresa sus pensamientos, opiniones e intereses y ello no significa un ataque a los tuyos.


El cambio es positivo: Si quiebras la barrera del egocentrismo es muy probable que te enriquezcas. ¿Cómo se comprende? Mi posición primaria puede ser mejorada con el aporte de mi interlocutor, es decir, los aportes proactivos del otro deben ser tomados para llegar a un estadio superador de mis ideales.


Los sonidos del silencio: “Escuchar los sonidos del silencio es un arte”. Como primera acción los silencios deben ser llenados, sea con una expresión corporal o con una frase que cambie momentáneamente el eje del dialogo para luego retomar. Pero cuidado, si esos vacíos son recurrentes, allí tiene que privar las interpretaciones de ese silencio (cansancio, desinterés, dispersión, preocupaciones secundarias, etc. del interlocutor).


El secreto: Sin importar el tipo de tema que esté en juego en la comunicación interpersonal, hay momentos que el interlocutor siente que “está desnudando su alma. Nuestra reacción ante ello es comprender que son sus confesiones y como tal, debemos guardarlas como propias y garantizar que sus secretos no serán revelados.


Hasta la próxima entrada… Saludos, Victor

 
 
 

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Victor Olivares Creado con Wix.com

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