LA VULNERABILIDAD DE LA DEBILIDAD

“Dime de qué alardeas y te diré de qué careces.”

Estudios sociológicos y psicológicos demuestran que una parte de la condición humana, en mayor o menor medida, se viste con una coraza para repeler los cambios, especialmente cuando otros pretenden que se comporte de una determinada manera. Esta coraza -que a menudo se presenta como rebeldía- no es más que un disfraz del miedo a caer en la "vulnerabilidad de la debilidad".

Partiendo de esta premisa, todos los seres -sin excepción- libran una lucha sin cuartel, gastando una enorme cantidad de energía y recursos: unos intentando resistir el cambio, y otros tratando de imponerlo. El resultado es un desgaste mutuo sin ninguna recompensa.

Entonces, desde la perspectiva de la oratoria, que es la comunicación que busca compartir una idea, sentimiento o motivación, ¿qué se puede hacer? Aunque la respuesta parezca sencilla, el proceso requiere paciencia y un ojo agudo para detectar el punto de quiebre del interlocutor: la "vulnerabilidad de la debilidad."

Para ello, es necesario desarrollar una observación enfocada en "ver" al interlocutor, para captar las señales que no se dan en la comunicación verbal. Esto implica interpretar movimientos corporales, posturas, formas de vestir, cuidado personal, olores, muletillas, sonrisas… porque todo ello comunica mucho más que las palabras.

Por otro lado, la observación debe ir acompañada de una actitud de ofrecimiento. Esto significa que el orador debe compartir parte de su intimidad en la comunicación, pero de forma calculada, evaluada, y con sentido común. Su acción no debe llevarlo a una posición de vulnerabilidad, es decir, el cazador no debe convertirse en la presa.

En la agudeza para interpretar al otro, hay una observación que se refleja en esta popular frase: "Dime de qué alardeas y te diré de qué careces." Esta máxima de la vida generalmente se aplica en conversaciones cotidianas y entre amigos, pero muy pocos la incorporan en los procesos de comunicación personal y profesional para entender al otro y descubrir esa debilidad que lo hace vulnerable.

En ese estudio exhaustivo, se pueden encontrar los vacíos que necesitan ser llenados con procesos de comunicación directos, diseñados específicamente para impactar en esas áreas, logrando con nuestra comunicación un estado de seguridad y, por ende, de felicidad. La seguridad genera sensaciones de inviolabilidad e invulnerabilidad.

Allí, justamente, es donde reside la comunicación: brindar a través de ella emociones de seguridad y felicidad, para crear sensaciones plenas en aquellos que reciben nuestros aportes, trascendiendo así en una relación de confianza que disuelva el vínculo emocional de la resistencia: la vulnerabilidad de la debilidad.

Comunicación Relacional

Comunicación y vulnerabilidad

Por Victor Olivares

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Complementariedad:

1.        Goffman, E. (1959). The Presentation of Self in Everyday Life. Garden City, NY: Doubleday.

• Erving Goffman estudia cómo las personas controlan la percepción que otros tienen de ellas, y cómo presentan una imagen idealizada de sí mismas. Este concepto se relaciona con la idea de que la gente utiliza "corazas" para protegerse de la vulnerabilidad.

2.        Rogers, C. (1961). On Becoming a Person: A Therapist's View of Psychotherapy. Boston: Houghton Mifflin.

• Carl Rogers habla de la importancia de la autenticidad y la congruencia en las relaciones humanas, lo que se relaciona con la "vulnerabilidad de la debilidad" al enfatizar la necesidad de ser abierto y honesto en la comunicación para establecer una conexión genuina.

3.        Brown, B. (2012). Daring Greatly: How the Courage to Be Vulnerable Transforms the Way We Live, Love, Parent, and Lead. New York: Gotham Books.

• Brené Brown explora cómo la vulnerabilidad es una fuerza poderosa para la conexión y el liderazgo efectivo, alineándose con la idea de que aceptar y trabajar con la vulnerabilidad puede fortalecer la comunicación.

4.        Jung, C. G. (1957). The Undiscovered Self. New York: New American Library.

• Carl Jung describe la importancia de confrontar la sombra y reconocer las partes ocultas de uno mismo, lo cual se relaciona con la exploración de la "vulnerabilidad de la debilidad" para entender mejor a los demás y a uno mismo en el contexto de la comunicación.