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Libre o mercancía

  • Foto del escritor: Victor
    Victor
  • 26 oct 2023
  • 4 Min. de lectura

Las dinámicas políticas en Argentina y el impacto de estrategias electorales en la percepción de los votantes


La reciente evolución en la carrera electoral argentina revela un cambio en la percepción de los votantes, cuestionando si desean líderes que cumplan sus promesas y aborden sus necesidades reales, mientras plantea la responsabilidad compartida entre la sociedad y los políticos en la construcción de una sociedad equitativa y justa."



Con el beneficio de la retrospectiva, las cosas suelen parecer más sencillas. Sin embargo, me encuentro ahora inmerso en una nueva fase de análisis. Hasta el día anterior, los protagonistas políticos abordaron sus acciones desde dos enfoques distintos: uno basado en el "voto libre" y otro desde la perspectiva del "voto mercancía".


En mi opinión, lo que ocurrió el 22 de octubre marcó el cierre de la dicotomía en torno al "tipo de voto". Aquellos que optaron por el voto libre manifestaron su hastío al desvincularse del lema: "vienen por tus derechos". Sienten que, aunque en teoría existen derechos, si no pueden ejercerlos, carecen de valor. Es decir, no basta con "poseer" derechos como educación, salud, vivienda y servicios públicos si no se pueden poner en práctica. Al final, aquellos que carecen de todo son libres de cualquier compromiso y de tomar cualquier decisión.


Por otro lado, en el extremo opuesto, encontramos a aquellos que optaron por el enfoque del "voto mercancía". Existe un mercado repleto de consumidores (electores) con necesidades por satisfacer y aplicaron una estrategia de "supervivencia" basada en la compra-venta de apoyo electoral, siguiendo los principios económicos tradicionales, con el fin de maximizar los beneficios electorales (votante/consumidor) y aumentar las ganancias electorales (partido/productor), todo ello bajo el disfraz ficticio de la promoción del bienestar colectivo, la justicia social y el progreso de una sociedad justa y soberana.


En mi perspectiva, esos tiempos han quedado atrás. A las 18 horas del domingo 22, concluyó la segunda etapa y, sin demoras, comenzó la tercera y definitiva fase de la carrera argentina hacia la presidencia en busca del Sillón de Rivadavia.


Aquellos que optaron por el "voto mercancía" en las primeras dos etapas no dudaron en seguir adelante sin tomar pausas (cualquier problema se resolverá sobre la marcha) porque entienden que el mercado no espera cuando se trata de satisfacer sus necesidades. En mi opinión, comprenden que es más provechoso ofrecer 'respuestas' (aunque sean temporales) que dejar de hacerlo. Además, ellos son "el producto estrella" y no necesitan asociarse con otros productos, ya que estos solo les añaden inconvenientes. En menos de 48 horas, el discurso se enfocó en la apertura al 'diálogo sin referentes, pero inclusivo'. Sin embargo, lo novedoso es la estrategia de buscar en el mercado electoral el consumidor femenino. Sí, esa "mujer" guardiana de la familia, el futuro de sus hijos y los valores esenciales de educación, salud y seguridad, situándola en el centro del consumo, dado que es ella quien gestionará en su entorno las respuestas efímeras del voto mercancía.


El otro contendiente en la carrera hacia la presidencia optó por una parada en boxes. En mi opinión, confía en el voto libre y está perfeccionando su estrategia para la fase final mientras realiza acciones en el paddock de manera controvertida. Confiado en el estadio de la libertad, como esa acción suprema de uso, disfrute y beneficio de sus acciones y propiedades como único fin posible; que le permite posicionarse para abrir y cerrar las puertas a gusto y necesidad para convocar a otros a sumarse o irse a su equipo de carreras. Desde mi perspectiva, este proceder en política es incorrectamente político, porque en las contiendas electorales, el perdedor (quien queda en el camino) es una carga, un lastre y vincularse con ellos es interpretado como una "retórica vacía, promesas incumplidas y gestos huecos de un perdedor". En mi punto de vista, es incorrecto, porque desde el mercado electoral “libre”, con una multitud de necesidades insatisfechas, interpreta estos gestos como señales de debilidad y desorientación, como si hubiera extraviado el camino que lo llevó a superar las etapas anteriores.


En resumen, estos 60 días ofrecen una valiosa reflexión sobre las dinámicas políticas y electorales en Argentina. La distinción entre el 'voto libre' y el 'voto como mercancía' pone de manifiesto la compleja relación entre los votantes y los candidatos, así como la influencia de estrategias políticas y de marketing en el proceso electoral.


En consecuencia, desde mi perspectiva, el 'voto libre', que no es ingenuo y comprende que las influencias celestiales no constituyen elementos válidos y tangibles de la libertad, comienza a albergar dudas sobre cómo logró superar las dos etapas anteriores. En este punto, el defensor del 'voto libre' y de la filosofía de la libertad debe continuar en solitario en esta última etapa y luchar, incluso si es necesario 'morir con las botas puestas', ya que este es el pináculo de la libertad: 'morir con el ideal intacto, sin desviaciones y sin los condicionamientos de las cadenas de las necesidades', es lo que se entiende como políticamente correcto cuando se trata de la libertad en las contiendas electorales.


 
 
 

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Victor Olivares Creado con Wix.com

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