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NADA ES LO QUE PARECE [espontaneidad colectiva interconectada y descentralizada]

  • Foto del escritor: Victor
    Victor
  • 2 ene 2024
  • 3 Min. de lectura

Actualizado: 15 jul 2024

Se visualizan con frecuencia, especialmente en las redes sociales, análisis de la coyuntura socio-cultural y político-económica que se cierran con la frase "no la ven". Este cierre busca resaltar la ignorancia, la equivocación, la intención de errar o subrayar el cambio de "paradigma".

 

En el tejido dinámico de la sociedad (la telaraña), a menudo surgen fenómenos que desafían las estructuras convencionales (en lo ideológico, político, social, cultural, económico, científico, artístico, etc.), proporcionando un paraguas simbólico que ordena y categoriza "lo bueno, lo malo y lo sucio". Este surgimiento, hoy [y ayer también, pero más lento], da paso a la espontaneidad colectiva interconectada y descentralizada que hace vibrar a la telaraña 'tradicional' y, en algunos momentos, es tan fuerte que la rompe. A su vez, esos nuevos surgimientos cosen con nuevos hilos y puntos que son más beneficiosos por sus sentidos de la espontaneidad, descentralidad e interconectividad.

 

Este nuevo relato busca explorar un momento singular en el que individuos dispersos, unidos por un propósito común, tejen (tejieron y seguirán tejiendo) una red de acciones sin una planificación previa, creando así un tapiz de colaboración única.

 

Esta "nueva" telaraña, cosida y descosida y vuelta a coser, genera el escenario donde se desarrolla la 'ciudadanía'. Lo "nuevo" es un suceso inesperado que despierta la conciencia individual, se entrelaza con otros y, paulatinamente, genera grupos de personas que, sin coordinación previa, sienten la urgencia de actuar juntos. La espontaneidad se convierte en la fuerza -en matriz- y la conectividad se convierte en el hilo invisible que une las fuerzas de los individuos diversos.

 

Lo "nuevo" es el epicentro de esta experiencia, y la matriz es el hastío que moviliza individualmente el deseo de crear un cambio significativo en la comunidad. Sin líderes designados ni estrategias predeterminadas, la espontaneidad colectiva se manifiesta a medida que las personas comparten ideas, recursos y habilidades. Redes sociales, mensajes de texto y encuentros fortuitos sirven como canales para la interconexión, tejiendo la trama de esta historia en dos planos hoy significativos: en la realidad (las calles) y en lo virtual (las redes sociales).

 

En esa nueva telaraña, cosida, descosida y vuelta a coser, se manifiesta a la humanidad con sus "misterios creadores" como un elemento clave de lo porvenir. Esto se construye ya no desde una jerarquía tradicional, sino que la toma de decisiones se distribuye entre todos los participantes. Cada individuo se convierte en un nodo vital en la red (real y virtual), aportando sus perspectivas únicas y contribuyendo a la construcción de una solución colectiva.

 

A medida que la espontaneidad colectiva florece, emergen acciones sorprendentes y la comunidad se transforma en un laboratorio social, donde la diversidad de talentos y experiencias converge en una amalgama de innovación y colaboración a través de caminos sinuosos. En ese zigzaguear, los líderes, políticos y formadores de opinión quedan perplejos ante esta manifestación de orden emergente con falta de estructura formal que los desconcierta. Sin embargo, la comunidad sigue su curso, adaptándose y evolucionando en respuesta a las necesidades cambiantes.

 

A medida que la narrativa se desenvuelve, se revela que esta espontaneidad colectiva no es efímera. Ha dejado una marca perdurable en la ciudad y sus habitantes. La experiencia demuestra que la conexión y la descentralización pueden ser fuerzas poderosas, capaces de catalizar cambios significativos y sostenibles en la sociedad. Y en los próximos meses, este coser, descoser y volver a coser que significa el "no la ven", nos encontrará actores y espectadores de una batalla dentro de la gran batalla, porque:

 

El testamento ya fue abierto y establece las reglas de cómo repartirse la herencia, inyectando modos no convencionales de tomar la herencia a través de la colaboración espontánea y la interconexión descentralizada de los herederos. Así, el legado que vio nacer a la sociedad seguirá vivo en la memoria de la ciudad, recordándonos que la verdadera fuerza de la sociedad a menudo reside en la capacidad de las personas para unirse, crear y transformar de manera espontánea, interconectada y descentralizada… ese es el "no la ven". Esta es una batalla ya dada y no tiene final; vino para descoser y volver a coser la telaraña.

 

Ahora surge una nueva batalla dentro de la batalla permanente… ¿Quién de los líderes, políticos o formadores de opinión se readaptará para capitalizar eso de "no la ven" y así tener una ventaja sobre los demás?

 

Por Victor Olivares

 


 
 
 

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Victor Olivares Creado con Wix.com

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