Nuevas ‘normalidades’ … para ir adaptándonos
- Victor
- 7 abr 2021
- 5 Min. de lectura
La sociedad está cambiando y ‘nuevas normalidades’ familiares y sociales irán readaptando escenarios para las organizaciones sin importar su misión, el producto o el servicio que brindan.
La sociedad, se debate entre confinamientos rígidos, cuarentenas prolongadas, cuarentenas dinámicas, cierre de fronteras internacionales, regionales y locales… y tantas otras medidas que realizan los gobiernos para contrarrestar la emergencia sanitaria por el Covid-19. Todo ello, lleva a la creación de nuevas normalidades que estimulan nuevos escenarios que las organizaciones deberán adaptarse para ser visibles, puesto que dentro de esa ‘revoltura de reordenamiento’ se generan nuevas necesidades afectivas, de servicios y consumo conjuntamente a nuevos hábitos de relacionamiento.
Los nuevos hábitos de relacionamiento se configuran alrededor de un prototipo que muestran directrices y guían a la sociedad: El hábito de la reflexión. Es necesario aclarar que la reflexión siempre estuvo presente en el fuero íntimo del ser humano, pero hoy se profundizó y lo más interesante es que hizo un salto de lo estrictamente íntimo a lo colectivo, es decir, se da lugar a un ‘ser social reflexivo’.
Estamos viendo que el hombre confinado en pandemia giró a la reflexión, pero no desde la intimidad sino desde lo social y surgió este interrogante: ¿Qué se quiere de la vida individual, familiar y social cuando la crisis sanitaria encuentre un cura eficiente?. Este interrogante piensa (reflexiona) “el día después”, sobre la vida post pandemia en sociedad.
Los indicios de este “ser social reflexivo’ lo encontramos (desde una mirada comunicacional) en las siguientes manifestaciones…
· La familiar está por sobre la valoración individual. El hombre ante la problemática de salud resignó determinados hábitos particulares en beneficio del bienestar familiar.
· La comunidad revalorizó lo local, creando lazos de pertenencia y solidaridad entre los integrantes de la comunidad.
· El ‘hombre super consciencia’ en torno a situaciones de salud, relaciones sociales y situación ambiental-económica reflejado en la necesidad buscar fuentes confiables (científicas / académicas), y participando en grupos de interés (no desde la presencia física sino mediante la presencia virtual).
· En los modos de consumo ‘sanos y verdes’ (ola ambientalista). Al considerar a la salud como bien mayor, se creó un ‘aura’ por sobre los productos naturales y amigables con el medio ambiente que se entrelaza con la valoración local en cuanto a la producción de bienes donde se favorece a toda la comunidad (ganar – ganar).
· En el desplazamiento de la interacción presencial a la interacción virtual (remota), lo cual produce rediseños comunicacionales tanto intrapersonal como organizacional.
La organización debe comenzar lo más rápido posible con el rediseño de la estrategia integral de comunicación corporativa pensado en el nuevo prototipo de paradigma en construcción, que ya está produciendo o configurando nuevos hábitos. El escenario pandemia aún tiene meses para seguir, dónde la comunidad sufrirá confinamientos totales o parciales de acuerdo a la gravedad de salud de la población, pero acabada la pandemia, el otro escenario, el post pandemia con las nuevas normalidades quedará instituido.
El rediseño de la estrategia integral de comunicación corporativa, tendrá varias directrices rectoras que deben ser gestionadas para entrar con una acción comunicativa eficiente.

Estas directrices las podemos resumir en…
1. INFORMACIÓN CONFIABLE. La crisis de salud dejó en claro la importancia de la calidad de la información. La información científica / académica cobró valor por sobre las otras informaciones. En tanto, los centros de observatorios de noticias se convirtieron en fuentes de consulta permanente ante la proliferación de noticias falsas (fake news). Por ello, la organización debe tener presente que, en la nueva era sus productos y/o servicios deben estar fortalecidos y posicionados mediante calidad informativa con “evidencias científicas”. Sintetizamos en: Las fuentes de información confiables (académicas – científicas) será un batallón de avanzada para ganar posicionamiento en la comunidad.
2. ANALISIS DE DATOS. Si hoy las redes sociales ocupan un lugar preponderante en la comunicación social, en el escenario post pandemia tendrá un mayor protagonismo por el valor agregado de los datos. La herramienta redes sociales tiene un valor primario: el análisis de datos basado en el estudio cruzando que identifican y estratifican por necesidad, edad, sexo, región, información, opinión, preferencia, decisión y consumo. Contar con análisis de datos cruzados es tener información calificada para una mejor decisión al momento de gestionar las comunicaciones combinadas en las redes sociales. Sintetizamos en: Los estudios de interpretación de los data analytics darán las características del nuevos ser social reflexivo al cuál se deben dirigir los esfuerzos de la estrategia de comunicación.
3. DESPLAZARSE A LA HUMANIZACIÓN DEL SABER. Retornar al núcleo de la responsabilidad social empresaria dónde todo comenzó. La acción social empresaria deberá tener correlación directa con la misión y visión local - comunitaria. La comunicación en este nuevo rediseño debe estar orientada a la capacidad que tiene la organización de un ‘saber hacer’ pro humano y pro social. Sintetizamos en: Desplazar el concepto de mercado filantrópico a la humanización del saber hacer (conocimiento en acción) en correlación hacer comunitario.
4. TOMA DE DECISIONES PENSANDO EN LA ESTRATEGIA DE COMUNICACIÓN. Doce meses son suficientes para saber quién estuvo a la altura de la crisis sanitaria. Ese tiempo, demostró la existencia de dos tipos de líderes; el CEO que puso su énfasis en los estrictamente comercial (hacedor de negocios exclusivamente) y, el CEO que se guió por la triada ganadora: “humano – sociedad – negocio” resignándose un porcentaje económico / productivo en función de un bien mayor: coadyuvar a ‘sanar’ una sociedad en crisis sanitaria. Sintetizamos en: El CEO debe tomar decisiones basados en una gestión de comunicación integral que visualicen a la organización como un ‘modelo humanizado,’ con criterios ‘científicos’ y que ‘inculque’ sus valores ‘sanos y verdes’ a la sociedad.
5. AUMENTAR LA PRESENCIA DE LOS DIRCOM EN LA ORGANIZACIÓN. Esta tiene correlación con la sapiencia del CEO, pues, ante la crisis económica que produjo la pandemia hacia el interior de la organización, hubo Líderes que resolvieron recortar esfuerzos y herramientas comunicacionales. Decisión que rompen una regla estratégica de la comunicación corporativa para una situación de crisis. La comunicación corporativa es quién pone salvavidas a la organización y la mantiene a flote ante la opinión pública en situación de crisis. Es aquí, en esta decisión de comunicación, donde se juega la vida o la muerte de la corporación. Sintetizamos en:Dejar de ser visible en la comunidad donde se desarrolla las actividades, es colocarse zapatos de plomo en pleno naufragio.
Aún queda mucha tela que cortar, muchas respuestas que dar, sin embargo, considero que estas líneas de trabajos es un comienzo para ir ´reconfigurando el modo de pensar del comunicador social’ frente a estas nuevas normalidades que se están construyendo, y que todos somos parte sin excepciones, y como profesionales de la comunicación tener ideas de análisis en una buena forma de empezar e ir dándole cuerpo a las nuevas estrategias de comunicación corporativa.
Yorumlar