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PROMETISTE HUESO, NO CROQUETAS. [la decepción, no necesitas de palabras]

  • Foto del escritor: Victor
    Victor
  • 28 may 2024
  • 2 Min. de lectura

El sentimiento de la decepción es una emoción que se comunica de manera clara mediante el lenguaje corporal por sobre las palabras. En oratoria, entender las emociones es tener en gran parte ganada la batalla de captar la atención del auditorio. Comprender las emociones es crucial.



Si una audiencia acude esperando un tema específico y se encuentra con algo distinto, su lenguaje corporal reflejará su descontento y saldrá la emoción de la decepción: miradas perdidas, brazos cruzados, suspiros y movimientos inquietos.


Un buen orador debe ser consciente de estas señales y ajustar su presentación en tiempo real. La raíz de muchas decepciones en oratoria está en la mala comunicación inicial sobre el contenido a tratar, esa convocatoria que se ajusta a tácticas para atraer "gente" pero sin la debida estrategia del "para qué y por qué". Así, caemos en prometer un "hueso" y entregar "croquetas", y justamente allí, en ese preciso instante, se crea la madre de las desconexiones entre las expectativas y la realidad.


Para evitar esto, los siguientes tips podrán ayudarte, y no solo para la disertación, sino para cualquier actividad que emprendas teniendo presente las particularidades de cada acción. Estos son:


·         Conoce a tu audiencia: Investiga quiénes son y cuáles son sus expectativas.

·         Comunica claramente los objetivos: Define y comunica lo que cubrirá tu presentación.

·         Sé auténtico y honesto: No prometas más de lo que puedes ofrecer.

·         Observa y adapta: Ajusta tu enfoque si notas signos de decepción.

·         Retroalimenta: Utiliza las opiniones para mejorar futuras charlas.


En resumen, la comunicación efectiva en oratoria no solo depende de lo que se dice, sino de cómo se dice y cómo se gestionan las expectativas antes, durante y después del evento. Y recuerda, además, que la coherencia entre el lenguaje verbal y no verbal es fundamental para mantener la confianza de tu audiencia. Un buen orador no solo habla, sino que también observa y ajusta su mensaje para satisfacer las necesidades del público.

 
 
 

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Victor Olivares Creado con Wix.com

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